En el inicio del Sudamericano femenino U14 que se desarrolla en Popayán, Colombia, las dirigidas por Laura Cors superaron a su par peruano por 62-39.
Dejando atrás los nervios del debut, sumados a su primera vez vistiendo la celeste y blanca, nuestras U14 comenzaron su camino dentro del Sudamericano con el pie derecho, en un trámite que destrabaron a partir del tercer cuarto.
El arranque del partido sirvió de estudio. Argentina buscó tomar las riendas del match, y se encontró con un cuadro peruano que parado en zona trató de frenar el trámite y llevarlo a un terreno de explosión: defensas lentas, y ataques rápidos.
La Selección, pese a no sentirse del todo cómoda, consiguió frenar los embates de su rival, y llegar al segundo capítulo arriba por seis, 13-7. Allí la historia cambiaría en favor del conjunto “rojo”.
Sin perder el hilo de su defensa, pero sumando una mayor eficacia en sus lanzamientos exteriores, las peruanas equipararon las acciones, y llevaron a las nuestras a un terreno de confusión. Ese resguardo rival, tuvo un efecto hipnótico, que adormeció la ofensiva y la llevó a un letargo contraproducente.
El match se tornó sumamente parejo, y con un nuevo acierto a distancia, Perú consiguió llegar al descanso largo arriba por la mínima, 24-23.
El regreso de zona de vestuarios mostró a la Argentina con una cara distinta. Imprimiendo mayor ritmo en ambos costados de campo, nuestras chicas volvieron a hacerse de las riendas del cotejo, para poco a poco distanciarse en el marcador.
La mejora en la defensa individual no solo complicó al adversario, sino que no lo dejó tomar tiros cómodos e incluso le generó pérdidas; todos argumentos que permitieron correr, y ejecutar en consecuencia.
La celeste y blanca llegó al promedio del tercer cuarto con un parcial de 7-2 (30-26); el cual prolongaría en el tiempo y lo cerraría en un global de 15-4, para encarar los últimos diez minutos con una diferencia favorable de 10 puntos (38-28).
Bajo esa nueva realidad que se plasmaba sobre el parquet del Coliseo La Estancia, sumando como aliados al reloj y la ventaja, nuestra Selección comenzó a bajarle la persiana al partido sin permitir que creciera en su rival una mínima luz de esperanza.
Los ataque continuaron ganando fluidez, al tiempo que la defensa no bajó su intensidad. Perú acusó recibo del claro golpe sufrido en el tercer periodo, y en consecuencia, se fue entregando con el paso de las transiciones.
Argentina pudo finalizar sin sobresaltos y celebrar con mesura la victoria en el debut por 62-39.
Fuente y foto: CABB.com.ar
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