El primer match de los cuartos de final del Argentina Open presentado por Buenos Aires Ciudad, entre Juan Mónaco y Pablos Cuevas, fue una digna demostración de lo que se vive en la gira sudamericana. Lucha, transpiración y muchas horas en cancha que finalmente quedaron del lado de Pico, quien con una victoria por 7-6 (1), 6-7 (4) y 6-4 sigue camino a su mejor tenis.
El primer parcial fue una demostración de que el servicio no es el fuerte de ninguno de los dos. Ambos tenistas se rompieron el saque tres veces cada uno, hasta llegar al 5-5. Luego mantuvieron sus respectivos juegos de servicio y arribaron al tie break. Allí, Pico volvió a mostrar esa mirada "asesina" que exhibió en octavos de final cuando superó a su compatriota Leonardo Mayer. Con mayor decisión y aperturas en sus golpes, Mónaco manejó las acciones y se llevó con autoridad el desempate por 7- 1.
En el segundo, el panorama fue diferente. Tanto Cuevas como Mónaco empezaron firmes con su saque. En el sexto juego llegó el primer quiebre del set, confirmado en el game siguiente. Sin embargo, al partido aún le faltaban muchos kilómetros por recorrer. En el 5-3, Mónaco sacó para pasar a semifinales, pero el número de 24 del mundo quebró y demoró el desenlace. La definición de la segunda manga llegaría otra vez en el tie break que quedaría en manos del yorugua, por 7-4.
A pesar del calor, el público seguía copando las tribunas. Plagado de gorritas blancas, de esas que regalan los anunciantes, los espectadores disfrutaban del clásico rioplatense. En el set decisivo, la paridad se mantuvo hasta el 4-4 donde el tandilense aprovechó una derecha enganchada de Cuevas que no entró en los límites reglamentarios. Al siguiente juego, el ex Top 10 revalidó la levantada que demostró en Río de Janeiro, donde alcanzó los cuartos, y cerró con autoridad el complicado duelo que duró más de dos horas y media.
“Hace un par de semanas que me venía sintiendo bien. Tenía que trasladar todo lo bueno que estaba haciendo en los entrenamientos. Con un poquito más de confianza, mi juego fluye mejor. Estoy muy emocionado, contento, volviendo al nivel. Comienzo a tener sensaciones muy buenas y es lo que más feliz me hace dentro de una cancha”, afirmó Mónaco tras deshacerse de Cuevas.
“Por mi juego, no me conviene jugar con ninguno. ¿Sabés lo que tengo que correr?”, agregó con humor el actual 60° del ranking, luego de su triunfo. En semis, Mónaco tendrá un rival español, que al igual que él, sabe qué significa ser campeón del ATP de Buenos Aires. Del cruce entre Tommy Robredo y Nicolás Almagro, antiguos campeones del Argentina Open, saldrá el próximo escollo de Pico, quien luce revitalizado.
Fuente: Julián Polo / Prensa Argentina Open
Foto: Prensa Argentina Open
No hay comentarios:
Publicar un comentario