Centro de Benítez y empujón al balón de Trejo para convertir el único gol del partido. Con un primer tiempo endiablado, el Rojo superó 1-0 a Olimpia de Paraguay.
El Libertadores de América abrió sus puertas palpitando un duelo clave en la lucha por la Copa Sudamericana. Sí, la misma que le sonrió a Independiente en 2010 y que le trae nuevas ilusiones. Y el partido frente a Olimpia, otro histórico, comenzó brindando show en el primer tiempo. Show para el pueblo rojo, porque los jugadores de Pellegrino desbordaron por izquierda y por derecha, centraron por arriba y por abajo, le pegaron desde afuera... Buscaron sin respiro el gol. Y tuvieron premio, claro, pero al final del primer tiempo. Precisamente, a los 42 minutos apareció en escena Martín Benítez, que sacó a relucir su gambeta para llegar al borde del área, desde el lado derecho, y mandó un balón a baja altura con potencia para que Juan Trejo lo empujara a la red. Así, sonó el pitido de cierre de la primera etapa con un 1-0 emocionante en Avellaneda.
El complemento fue más hostil para los locales, aunque siguieron dominando el juego, en líneas generales. Desde la posesión, parejo enfrentamiento en los últimos 45 minutos. Desde el peligro, poco para ambos arcos. Desde la intención, cambiante, ya que el Rojo buscó estirar la ventaja al principio pero luego vio su actuar diluído, fruto de la garra de lo guaraníes. Aunque, para calmar Avellaneda, el cero de casa no se rompió. Pero tampoco se superó la barrera del gol para viajar a Asunción.
Así pues, este 1-0, que encontró en Benítez a su figura, llena de esperanzas a ambas hinchadas. Llave abierta en los octavos de final del torneo continental. Por ahora, sonrisa para Independinte.
Fuente y foto: Prensa AFA
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