Un River con oficio y personalidad empató 0-0 con Tigres en México y tendrá la chance de definir la Copa en Nuñez. Las malas noticia fueron las lesiones de Mora y Viudez.
En una ciudad de Monterrey caliente, por la temperatura (rondó los 35 grados) y por la efervescencia de los hinchas mexicanos, River consiguió una igualdad que alimenta su ilusión de volver a ganar la Copa Libertadores luego de 19 años.
El equipo de Gallardo mostró temple y salió a jugar lejos del arco Barovero, ante la sorpresa de un Tigres que tuvo mayor control de pelota, pero apenas generó dos situaciones de gol claras en todo el partido: en el primer tiempo, un centro desviado por Vangioni se estrelló en el travesaño; en el complemento, a pocos minutos del final, Damm no supo resolver un mano a mano y desperdició una opción clarísima.
Las malas noticias para el equipo argentino tuvieron que ver con las bajas: Rodrigo Mora y Tabaré Viudez sufrieron lesiones musculares y fueron reemplazados en el entretiempo; antes, Gabriel Mercado había sido amonestado y no podrá jugar la revancha por acumulación de tarjetas.
La estación azteca asomaba como una escala complicada en ese camino a la gloria que quiere transitar el "Millonario", pero con personalidad e inteligencia logró salir vivo de Nuevo León. El miércoles que viene, en el estadio Monumental, tendrá la chance de hacer historia ante su gente.
Fuente y foto: Prensa AFA
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