Con goles de Araujo y Benítez a los 27 y 45 minutos del segundo tiempo, el equipo de Barros Schelotto derrotó al de Arce por 2 a 0 en el sur bonaerense y mantiene sus chances de pasar a octavos.
La Copa Libertadores es un certamen especial. Ofrece un abanico de emociones inigualable y esplendoroso. Por ello es considerada por muchos como el torneo de clubes más atrapante del globo terráqueo. Una prueba de esta afirmación se encontró en la noche de jueves en la Fortaleza, donde Lanús se impuso 2-0 sobre Cerro Porteño.
El Grana venció con autoridad. Pese a que durante buena parte del juego no halló soluciones para destrabar el cerrojo visitante, jamás perdió la cabeza y mantuvo impertérrito su semblante. Gracias a esta enorme virtud, pocas veces apreciada en el fútbol de estos tiempos, el conjunto de Guillermo Barros Schelotto cosechó una victoria valiosísima. Valiosísima porque la Familia Granate festejó a montones. Valiosísima porque le permitió trepar al equipo hasta la cima del grupo 3. Y porque la clasificación a octavos de final es más que potable.
Lanús nunca renunció a su máxima principal: controlar el balón y jugar en campo contrario. De esta manera se expresó en el primer tiempo y generó peligro frente a la valla custodiada por Roberto Fernández en reiteradas ocasiones. Cerro renunció a la iniciativa y, aunque tuvo algunas aproximaciones en los pies de Junior Alonso o Corujo, no lastimó en profundidad.
Clave fue para el cuadro del Mellizo la labor de Jorge Ortiz. El Marciano reguló el juego en la medular, apuntalado también por las correctísimas labores de Somoza y el Pulpito González. Este trinomio funcionó como un termómetro ideal para evitar que la mente se descarriara de su camino. Los intentos abortados por la defensa cerrista no alteraron en ningún momento el ánimo de Lanús.
Se percibía en Arias y Guidi que un gol resultaría suficiente para destrabar el trámite. Y efectivamente así fue. Ya con la lluvia como protagonista principal del desarrollo, Carlos Araujo ejecutó de larga distancia y venció a Fernández, quien no pudo impedir el 1-0 pese a una estirada digna de Ralph Dibny, el Hombre Elástico. A partir de allí, el juego pasó íntegramente a ser propiedad del campeón sudamericano.
El epílogo del cotejo regaló el cabezazo de Oscar Benítez. Centro preciso del ingresado Ayala y festejo del juvenil. El broche dorado que necesitaba la parcialidad del club de barrio más grande del mundo para celebrar envuelto en la más fraternal algarabía.
Síntesis:
Lanús (2): 12- Esteban Andrada; 4- Carlos Araujo, 2- Paolo Goltz, 24- Carlos Izquierdoz y 6- Maximiliano Velázquez; 5- Diego González, 15- Leandro Somoza y 22- Jorge Ortiz; 23- Oscar Benítez, 9- Santiago Silva y 14- Jorge Pereyra Díaz.
Suplentes: 28- Nicolás Avellaneda, 20- Facundo Monteseirín, 3- Alejandro Silva, 8- Fernando Barrientos, 16- Víctor Ayala, 11- Jorge Valdez Chamorro y 18- Ismael Blanco.
DT: Guillermo Barros Schelotto. AC: Gustavo Barros Schelotto. PF: Javier Valdecantos. Médico: Juan Manuel Olivera. Kinesiólogo: Javier Ríos. Utileros: Daniel Espasandín y Damián Cabrera.
Goles: ST 26’ Araujo y 44’ Benítez.
Cambios: ST 33’ Ayala por González, 37’ Barrientos por Ortiz y 43’ Valdez Chamorro por Pereyra Díaz.
Amonestados: 37’ Velázquez y ST 24’ Izquierdoz
Cerro Porteño (0): 1- Roberto Fernández; 11- Carlos Bonet, 15- Luis Cardozo, 4- Danilo Ortiz y 28- Junior Alonso; 5- Mathías Corujo, 10- Julio dos Santos, 16- Fidencio Oviedo y 26- Óscar Romero; 27- Ángel Romero y 21- Daniel Güiza. DT: Francisco Arce.
Suplentes: 12- Diego Barreto, 2- César Benítez, 14- Jonathan Santana, 9- Rodolfo Gamarra, 20- Diego Godoy, 18- Guillermo Beltrán y 3- Alexis González.
Cambios: ST 20’ Godoy por Óscar Romero, 25’ Gamarra por Ángel Romero y 36’ Beltrán por Bonet.
Amonestados: 28’ Oviedo y ST 13’ Ortiz.
Árbitro: Roberto Silvera (URU).
Asistente 1: Miguel Ángel Nievas (URU).
Asistente 2: Carlos Changala (URU).
Cuarto árbitro: Néstor Pitana (ARG).
Estadio: Ciudad de Lanús, Néstor Díaz Pérez.
Fuente: Prensa Club Atlético Lanús
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